La irrupción de la inteligencia artificial (IA) plantea un desafío para las empresas que buscan mejorar su desempeño y obtener una ventaja competitiva diferencial. Los datos respaldan el impacto de la IA generativa en el rendimiento del negocio: las empresas que implementen esta tecnología podrán reducir hasta en un 60% el coste de las interacciones con sus clientes, mejorar el rendimiento de fabricación en un 20% y reducir los retrasos en la cadena de suministro hasta en un 20%.